COMUNICADO DE PRENSA
17 DE OCTUBRE DE 2008
El Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Bell Ville (Cispren) repudia la actitud salvaje, antidemocrática, autoritaria y facinerosa de los inadaptados sociales que promovieron el escrache con fines de amedrentamiento contra la legisladora nacional Cecilia Merchán, impidiendo de esta manera que se desarrolle de acuerdo a lo previsto la charla debate sobre la reforma a la ley de radiodifusión argentina, que se iba a realizar con su presencia en el Palacio Municipal de Bell Ville.
Organizados en hordas enardecidas contra una dama y respondiendo a los más bajos métodos de la caza de brujas, estas muecas de dirigentes rurales apadrinados por Germán Suárez y Antonio Bernardi protagonizaron con su presencia en el lugar uno de los capítulos más abyectos de nuestra historia como bellvillenses, conduciendo a individuos desaforados hacia la violencia verbal de la que varios trabajadores de prensa fuimos víctimas, violencia doblemente condenable cuando en su desarrollo fueron víctimas dos mujeres colegas, Adriana Tomasa y Araceli Maccari.
Qué lejos han quedado los tiempos en que la dirigencia del sector agropecuario contaba con personas ilustres como Lelio Lambertini quien, en defensa de los intereses del campo o de la industria metalmecánica, jamás se le hubiera ocurrido o avalado un accionar tan canallesco. Hoy más que nunca, como vecinos y como periodistas extrañamos la serena firmeza de Lelio, quien hasta su desaparición física mantuvo una conducta tolerante y pacífica que ya jamás podrá mostrar Bernardi.
En cuanto a Suárez solo esperamos que pueda dormir tranquilo y que su conciencia, si la tiene, le indique un día que siendo joven todavía tiene tiempo de readaptarse a la sociedad, haciendo un respetuoso uso de la libertad que confiere nuestro estado democrático. Libertad que el ha coartado para nosotros, impidiendo con su deleznable conducta que realizáramos nuestra actividad con plenitud. En cuanto a los demás elementos presentes en el escrache, que se encomienden al Dios en el que crean para reparar sus ánimos malignos.
El Cispren de Bell Ville agradece a las autoridades municipales por el préstamo del salón Walter de Navazio y les pide disculpas por la inesperada actitud de estos desaforados, rogándoles sepan entender que se trató de un episodio ajeno a nuestro ánimo. También agradecemos la presencia de la Policía de la Provincia de Córdoba, cuyos efectivos impidieron que los inadaptados agravaran sus actitudes. Y agradecemos también a los hombres y mujeres de buena voluntad que nos acercaron múltiples muestras de solidaridad.
Finalmente, hacemos totalmente responsables de este mal momento y de sus futuras consecuencias a los individuos Germán Suárez y Antonio Bernardi, en especial éste último, con quien habíamos acordado en horas de la tarde un encuentro entre la dirigencia rural y la diputada Merchán en el Estudio del contador Hugo Carassai, luego de la charla debate sobre la ley de Radiodifusión. Bernardi no solamente no cumplió con su palabra, sino que además participó activamente consintiendo y avalando con su presencia la distribución de material panfletario infamante y degradante hacia una persona elegida por la ciudadanía.
Nosotros no estamos en contra de las fuerzas productivas de la ciudad y de la región, y mucho menos en contra del campo, pero este sentimiento de simpatía hacia el sector no debe confundirse con un aval tácito o explícito hacia la intolerancia que profesan quienes se creen el reservorio moral de la república. Esa fantasía de algunos dirigentes ruralistas solamente conseguirá más desunión entre los argentinos y la penosa postergación de los sueños y esperanzas de millones de personas.
Juan Francisco Sierra Adriana Tomasa
17 DE OCTUBRE DE 2008
El Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Bell Ville (Cispren) repudia la actitud salvaje, antidemocrática, autoritaria y facinerosa de los inadaptados sociales que promovieron el escrache con fines de amedrentamiento contra la legisladora nacional Cecilia Merchán, impidiendo de esta manera que se desarrolle de acuerdo a lo previsto la charla debate sobre la reforma a la ley de radiodifusión argentina, que se iba a realizar con su presencia en el Palacio Municipal de Bell Ville.
Organizados en hordas enardecidas contra una dama y respondiendo a los más bajos métodos de la caza de brujas, estas muecas de dirigentes rurales apadrinados por Germán Suárez y Antonio Bernardi protagonizaron con su presencia en el lugar uno de los capítulos más abyectos de nuestra historia como bellvillenses, conduciendo a individuos desaforados hacia la violencia verbal de la que varios trabajadores de prensa fuimos víctimas, violencia doblemente condenable cuando en su desarrollo fueron víctimas dos mujeres colegas, Adriana Tomasa y Araceli Maccari.
Qué lejos han quedado los tiempos en que la dirigencia del sector agropecuario contaba con personas ilustres como Lelio Lambertini quien, en defensa de los intereses del campo o de la industria metalmecánica, jamás se le hubiera ocurrido o avalado un accionar tan canallesco. Hoy más que nunca, como vecinos y como periodistas extrañamos la serena firmeza de Lelio, quien hasta su desaparición física mantuvo una conducta tolerante y pacífica que ya jamás podrá mostrar Bernardi.
En cuanto a Suárez solo esperamos que pueda dormir tranquilo y que su conciencia, si la tiene, le indique un día que siendo joven todavía tiene tiempo de readaptarse a la sociedad, haciendo un respetuoso uso de la libertad que confiere nuestro estado democrático. Libertad que el ha coartado para nosotros, impidiendo con su deleznable conducta que realizáramos nuestra actividad con plenitud. En cuanto a los demás elementos presentes en el escrache, que se encomienden al Dios en el que crean para reparar sus ánimos malignos.
El Cispren de Bell Ville agradece a las autoridades municipales por el préstamo del salón Walter de Navazio y les pide disculpas por la inesperada actitud de estos desaforados, rogándoles sepan entender que se trató de un episodio ajeno a nuestro ánimo. También agradecemos la presencia de la Policía de la Provincia de Córdoba, cuyos efectivos impidieron que los inadaptados agravaran sus actitudes. Y agradecemos también a los hombres y mujeres de buena voluntad que nos acercaron múltiples muestras de solidaridad.
Finalmente, hacemos totalmente responsables de este mal momento y de sus futuras consecuencias a los individuos Germán Suárez y Antonio Bernardi, en especial éste último, con quien habíamos acordado en horas de la tarde un encuentro entre la dirigencia rural y la diputada Merchán en el Estudio del contador Hugo Carassai, luego de la charla debate sobre la ley de Radiodifusión. Bernardi no solamente no cumplió con su palabra, sino que además participó activamente consintiendo y avalando con su presencia la distribución de material panfletario infamante y degradante hacia una persona elegida por la ciudadanía.
Nosotros no estamos en contra de las fuerzas productivas de la ciudad y de la región, y mucho menos en contra del campo, pero este sentimiento de simpatía hacia el sector no debe confundirse con un aval tácito o explícito hacia la intolerancia que profesan quienes se creen el reservorio moral de la república. Esa fantasía de algunos dirigentes ruralistas solamente conseguirá más desunión entre los argentinos y la penosa postergación de los sueños y esperanzas de millones de personas.
Juan Francisco Sierra Adriana Tomasa
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